Oración y Evangelio 20240616
EvDH:”Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra:
sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga.
Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha".
La invitación queda hecha, nos toca sembrar, todo empieza por salir a sembrar, y saber que más allá de conocimientos, o estadísticas, Dios hará que crezca lo que tiene que crecer, hasta dar el fruto que tiene que dar.
Nuestra parte, aunque pequeña, es finalmente el detonante de que todo esto pueda empezar a pasar.
Es decir sí y lanzarse a hacer nuestra pequeña parte, que por pequeña que parezca es vital e importante.
Es el amor que se hace realidad, es la fe que se hace obras, es la esperanza que se vuelve luz en el camino.
Ya en el cielo tendremos la eternidad para comentar y disfrutar todos los frutos que Dios hizo que nuestros Sí produjera.
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