Oración y Evangelio 20240603
Con la muerte de su Hijo, y en virtud de la riqueza de su bondad, Dios nos libera y nos perdona los pecados.
EFESIOS 1:7
Pedro predicaría tiempo después, en pleno Pentecostés dejando todo en claro: “Este Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido en la piedra principal.” No hablamos de una piedra más en la construcción, es la piedra más importante de un edificio.
A niveles de nuestra Salvación, se aplica por completo a Jesús, sin olvidar que en la historia de la humanidad son muchos los que fueron desechados y que al final mostraron su valía e importancia para Dios y su plan de Amor, superando juicios y epitafios. En la Obra de Dios, toda piedra es importante.
Cuando se trata de los planes del Cielo para nosotros, Dios anula de manera asombrosa los intentos rebeldes de bloquear sus propósitos.
Pidamos al Espíritu Santo que deje en nuestros corazones la certeza de que somos parte de su plan de Amor, y de que Dios nunca desecha a nadie.
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