Oración y Evangelio 20250723
Nadie es santo como el Señor, nadie es fuerte como nuestro Dios, porque no hay otro como tú.
1 SAMUEL 2:2
Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa.
Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: "El sembrador salió a sembrar.”
Sobresalen dos herramientas para el momento de la predicación de Jesús:
La primera es la barca en la que se subió para poder alcanzar a más personas, no solo para ser visto desde otra posición, sino también para aprovechar la proyección de sonido que tiene y hace el agua, para que su voz llegue más lejos y clara.
Y la segunda, es el uso de las parábolas.
En el tema básico todo estaba claro, Él es Ungido de Dios, el Mesías, y Dios, que es EL PADRE, es Nuestro Padre.
Pero Jesús implementa como novedad en su enseñanza, el uso de una narración breve y simbólica, para enriquecer e ilustrar su verdad y su enseñanza. Y aunque son historias inolvidables, que quedan haciendo su labor en nuestra mente y corazón, es un hecho que no vienen premasticadas.
En occidente corremos el peligro de que, por no leer a conciencia, por no escuchar toda la información y poder compararla, o por paternalismos destructivos… se pide, e incluso se exige, que se nos dé prácticamente todo hecho, todo listo, todo a la mano. Y las parábolas tienen como función dejarnos la maravillosa tarea de atravesar los simbolismos y aplicarlas a nuestra realidad, haciendo que que la enseñanza sea mayor y duradera.
Hoy pedimos al Espíritu Santo nos ayude a encontrar y proveer esas barcas que ayuden a que el Mensaje del Señor llegue más lejos y más claro. Y que nos dé el Don de que al comunicar, podamos desafiar la sana curiosidad y además la capacidad de pensar en aquellos que a los que les compartamos la Noticia del Amor de Dios para cada persona.
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