Oración y Evangelio 20250706
SEÑOR DEL PODER
Hoy me envías como a los setenta y dos: sin morral de seguridades, como cordero frágil entre lobos de prisas y egoísmos. Que mi primer saludo sea 'Paz a esta casa' -a mi familia al desayuno, al colega difícil, al desconocido en el bus-. Dame audacia para sanar heridas con palabras que anuncien tu Reino: una sonrisa donde hay amargura, un gesto de ayuda en la sobrecarga ajena, el valor de bendecir incluso cuando mi paz sea rechazada.
Si hoy siento el polvo del rechazo pegado a mis pies, ayúdame a sacudirlo sin rencor -recordando que mi nombre está escrito en tu cielo, no en los aplausos humanos. Que busque la alegría humilde de ser enviado. En cada encuentro, hazme portador de tu cercanía: que mi simple presencia diga sin palabras: 'El Reino de Dios ya está aquí'.
AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO.
ORACIÓN
Ahora bien, el afán por satisfacer los apetitos desordenados conduce a la muerte; el de hacer lo que es propio del Espíritu lleva a la vida y a la paz.
ROMANOS 8:6
Él les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos.
No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan;
alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo".
Empecemos por el final del pasaje, que habla del principio de La Eternidad.
En alguna parte del Cielo, en la Casa de Nuestro Padre (que está en el Cielo) nuestros nombres están escritos con tinta de fuego y sangre del Cordero.
Y sabiendo eso, todo lo demás se acomoda y toma su lugar. Nuestro diario vivir, nuestra misión y nuestra humanidad, se tranquilizan y descansan en la alegría de que nada se desperdicia y de que Dios no se queda con nada.
Siempre será una alegría ver como nuestra misión de bautizados, nuestro apostolado sirve y da frutos, sin medirlo, ni compararlo, pero más allá de likes, de evidente crecimiento y similares, la certeza de que en los labios del Padre está nuestro nombre y todo nuestro ser, lo calma todo y nos da la perspectiva eterna de nuestra breve estancia en este mundo.
Lo que se nos llamó a hacer lo hacemos en Su Nombre, con la alegría de que nuestros nombres están escritos para siempre en Su Corazón.
Comentarios
Publicar un comentario