Oración y Evangelio 20250702
SEÑOR DE MI HISTORIA
Al comenzar este día, reconozco mis 'territorios gadarenos': esas zonas oscuras donde habitan mis miedos más feroces, adicciones silenciosas o heridas que me aíslan como sepulcros. Hoy vengo a tu encuentro como esos endemoniados, gritando en mi interior: '¿Qué quieres de mí?'. Dame la valentía de no esconder mis batallas, confiando que Tú puedes ordenar a todo mal: '¡Sal de él!'.
Que nada -ni el miedo al qué dirán, ni la comodidad de mis 'cerdos' (apegos que alimentan mi oscuridad)- me impida aceptar tu liberación. Aunque mi entorno prefiera la vieja normalidad y grite '¡vete de aquí!' ante tu verdad transformadora, yo te digo: Quédate en mi territorio. En mis decisiones, relaciones y soledades, sé Tú mi paz.
AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO MIÉRCOLES.
ORACIÓN
Sientan y vean qué bueno es el Señor, feliz todo el que en él confía.
SALMOS 34:9
EvDH:”Los demonios suplicaron a Jesús: "Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara". Él les dijo: "Vayan". Ellos salieron y entraron en los cerdos: estos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron.
Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados.
Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio.”
Llama a la atención que no fueron unos cuantos, fue ¡toda la ciudad! la que vino a pedirle a Jesús que se fuera.
Jesus no puede con los intereses creados de los hombres de la región que le invitan a marcharse.
Hay negocios oscuros, que para no perder ganancias, prefieren dejarte viviendo en los cementerios de la vida, como era el caso de este endemoniado.
Conociendo a nuestros pueblos, capaz que hasta atracción turística era este endemoniado. Y por qué no, punto de referencia, “allá donde los cerdos del endemoniado de Gerasa”
Ciertamente, términos como honradez, lealtad, equidad, fidelidad, y verdad, se vuelven temas incómodos en cualquier tipo de negocio que tenga alguna cosa oscura a su haber.
Hoy pedimos al Espíritu Santo, el Don de la astucia y el Don de la humildad, para que ellos nos prevenga de caer en la tentación de lo oscuro de no querer hacer bien las cosas.
Que estemos ciertos y preparados con su ayuda para cuando la noticia del Evangelio coloque luz en medio de situaciones injustas y negocios oscuros.
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