Oración y Evangelio 20240730
Medita día y noche el libro de esta ley teniéndolo siempre en tus labios; si obras en todo conforme a lo que se prescribe en él, prosperarás y tendrás éxito en todo cuanto emprendas.
JOSUÉ 1:8
de la misma manera sucederá al fin del mundo.
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre.
¡El que tenga oídos, que oiga!"
La muy conocida y alegre parábola de las Semillas, adquiere un peso escatológico y apocalíptico cuando Jesús la explica.
No es común escucharlo hablar del horno ardiente, del llanto y rechinar de dientes. (Siendo además un esfuerzo de su parte por acercarnos a algún concepto que podamos entender, pues, y ahora sí está bien dicho, “son palabras nivel Dios”.)
En la fe es comprobado que cuando descubrimos y aceptamos nuestra fragilidad, nuestra mortalidad, eso nos lleva a aceptar la propuesta de La Eternidad, que implica un ser recibidos por Dios Padre y estar a su lado por siempre. (Insisto, nos quedamos lejos de entenderlo y definirlo)
Hay un fin para aquellos que hicieron el mal, para aquellos a los que no les importó la dignidad y el bien de los demás, para aquellos no valoraron o respetaron la vida en ninguna presentación o momento. Jesús anuncia un FIN eterno,para aquellos que creen salirse con la suya siempre.
Y para los que aman la justicia y reconocen el Amor y la Vida, Jesús anuncia un PRINCIPIO de Eternidad, una luz que sobrepasa lo explicable, pues es la luz de Dios que se recibe y se refleja.
Hoy pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a usar nuestros oídos espirituales y que podamos escuchar siempre la Voz de Jesús que nos ama y nos guía hacia el resplandor de Amor con el Padre en La Eternidad.
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