Oración y Evangelio 20240723

Amemos, pues, nosotros, porque Dios nos amó primero.

1 JUAN 4:19 

EvDH:"Jesús le respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?".

Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: 

"Estos son mi madre y mis hermanos.

Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, 

ese es mi hermano, mi hermana y mi madre"

Jesús establece que el verdadero discipulado no se produce a través de relaciones consanguíneas, sino sólo a través de la total disposición a obedecer la voluntad del Padre. Aquí no aplican nepotismos, ni favoritismos en ninguna presentación.

La religiosidad que solo cumple preceptos para adquirir méritos, y los lazos familiares que exigen privilegios, no pueden obtener nada ante Dios. 

Es el cumplir la voluntad de Dios lo que hace que uno sea discípulo y al final también familia de Dios. (Quién, por cierto no tiene ni nietos, ni sobrinos. Solo hijos e hijas).

En la persona de María, nuestra Madre, se suman y resumen estos dos factores. 

Ella es la Madre Jesús, pero al mismo tiempo, su título, no queda en algo biológico; recordando sus comprobadas palabras, “hágase en mí, según su palabra”, eso nos recuerda que Ella cumple a la perfección lo que aquí Jesús dice del cómo Él sabe quienes son su familia.