Oración y Evangelio 20240302

Sean, en cambio, bondadosos y compasivos los unos con los otros, perdonándose mutuamente como Dios los ha perdonado por medio de Cristo.

EFESIOS 4:32 

EvDH:”Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo.

Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos".

Jesús les dijo entonces esta parábola:

"Un hombre tenía dos hijos…

El guión de la Parábola la ha llevado a ser recordada como “la parábola del hijo prodigo”, que es el personaje que más tiempo toma en el relato.  

Por el trasfondo de la misma, también se le quiere llamar, la parábola del Padre Amoroso. 

Como sea que se le quiera recordar y evocar, Jesús, observando a quienes los rodeaban, (cosa que por cierto Lucas describe antes de contar la parábola), lo aprovecha y comienza diciendo: 

“Un hombre tenía dos hijos”…. y de eso trata la historia.

Ambos hijos cometieron el mismo error, o pecado, menospreciaron y desperdiciaron el Amor que el padre tiene por ellos,(con todo lo que eso incluía). Uno yendo a tirarlo todo, y el otro viviendo como si no lo tuviera. El mayor vive en la casa del padre, pero no convive con el padre. Siempre está ahí, pero no siempre con él.

El menor entra en sí mismo y toma la decisión de volver a la casa de su Padre, no importa que lo tome como siervo o esclavo. El mayor, se enoja ante la alegría y la fiesta que organiza el padre por el regreso del menor y reclama que él nunca se ha ido, pero se delata diciendo que nunca, en los hechos, ha disfrutado o aprovechado ser su hijo.

Ambos hermanos están hoy intentando ser Iglesia, ambos saben donde está y queda la Casa del Señor, que es mucho más que ladrillos o vitrales, que siempre está abierta y con el Padre a la puerta esperando. 

Ambos tienen que tomar la decisión de acercarse y regresar al Padre y no desperdiciar más su amor. 

Que El Espíritu Santo nos revele al corazón cuál hermano somos, fuimos o podemos ser, y que nos revele al Padre y Su Amor para descubrir por eso a nuestros demás hermanos y hermanas y celebrar que podemos estar y convivir con El Padre en Su Casa. Que no nos perdamos la fiesta.