Oración y Evangelio 20220314
Cuando socorras a un necesitado, hazlo de modo que ni siquiera tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha.
MATEO 6:3
Quien avala a Jesús en todo es El Padre.
Esto nos supera por completo, y nos deja una medida que, aunque inalcanzable, tiene que ser parte de nuestro horizonte en la Fe.
Para empezar quedemos claros que la gloria de los hombres, es más pasajera y efímera que una nube empujada por fuertes vientos, que no alcanza a dar ni lluvia, ni sombra.
Mientras que la GLORIA DEL PADRE es parte intrínseca de Él, no es un agregado o un adorno que se pone y se quita, está completamente en Él, así como Su Poder, y Su Misericordia.
La invitación no es menor, pues son otros niveles, pero al ser discípulos y seguidores de Jesús, se nos llama a lo mismo, a vivir, alcanzar y disfrutar lo mismo. No recibir la Gloria de los hombres, es al final, poder ser libres, ser auténticos, y no depender de “likes” para medir nuestros frutos en el servicio al Cielo.
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo no caer en la trampa de recibir o depender de la gloria de los hombres en nada y para nada. Que nos ayude y enseñe a recibir la Gloria de Dios en nuestras vidas y en la de los que amamos y acompañamos, que no olvidemos que somos de Jesús y del Padre
"La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos." Juan 15, 8
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