Oración y Evangelio 20240123
Ustedes deben orar así: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra lo mismo que se hace en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos el mal que hacemos, como también nosotros perdonamos a quienes nos hacen mal. No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno.
MATEO 6:9-13
EvDH:”El les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?".
Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque el que hace la voluntad de Dios,
ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".
El desafío permanece: poder descubrir en los demás, en los otros, a los que son y somos familia en Jesús y de Jesús.
Esto va mucho más allá del ADN sanguíneo, es cien por ciento ser consanguíneo espiritual, y desde ahí identificamos y nos identifican.
Como en toda familia, habrá alguien con quien no nos entendamos o con quién no nos llevemos bien del todo. Habrá a quién aguantar o quien tenga que aguantarnos, pero bien dice el refrán: FAMILIA ES FAMILIA. Y si en el tema de sangre es total, en el espiritual es indiscutible.
En nuestro contexto católico hay personas que se molestan porque otro hermanos cristianos no ven a María como nosotros, pero aquí el reto pasa a mayores proporciones, y queda en nuestra cancha: pues es a ti y a mí a quien nos toca descubrir nuestros hermanos y hermanas, así como también a Nuestra Madre en los demás, (cosa, por cierto, a Ella la ha de alegrar mucho), esto más allá de criterios y requisitos, ver familia en los que hacen realidad indiscutible la Voluntad de Dios.
Pidamos al Espíritu Santo poder responder a Jesús con alegría y certeza su pregunta sobre quién es su Madre, quienes son sus hermanos y hermanas, para, finalmente junto con Él, reconocer y agradecer a nuestra familia.
Comentarios
Publicar un comentario