Oración y Evangelio 20240122

Dijo entonces a sus discípulos: — La mies es mucha, pero son pocos los trabajadores. Por eso, pídanle al dueño de la mies que mande trabajadores a su mies.

MATEO 9:37-38 

EvDH:”Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran.

Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre".

Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu impuro".

Si ya en el terreno espiritual, meterse con la Autoridad, sin medir consecuencias, (no hablo de la persona, hablo de la Autoridad dada por Dios a esa persona) es ya terreno radiactivo. El ponerse de juez de lo que El Espíritu Santo está suscitando y juzgar (muy atrevidamente) que es cosa del espíritu del mal, del espíritu inmundo, es comprar todos los números de una auto-condena automática.

Nadie dice que debemos estar todos completamente de acuerdo en todo, así no funciona esto, pero de ahí a juzgar, condenando lo que no nos parece, o a quien no nos parece, sin sentarse a hablarlo, a discernirlo, a orar. Es abrirle justamente al mal una puerta por la que puede entrar y hacer lo sabe hacer perfecto DIVIDIR.

No estamos estamos en la lista de a los que esto no les podría pasar, todos, sin excepción, si nos distraemos de ver a Jesús, de amarlo, descubrirlo y seguirlo en cada día, somos candidatos de la forma que sea, a blasfemar contra La Persona del Espíritu Santo.

Valga la ironía espiritual, pidámosle a Él, que nos cuide, que nos ayude a no caer en ese pecado imperdonable, y que por el contrario, seamos buenos detectores, cómplices y descubridores de sus caminos y métodos siempre nuevos para la salvación de tantas almas.