Oración y Evangelio 20240110

Esta es la razón por la que nunca nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo mortal se va desmoronando, nuestro ser interior va recibiendo día tras día nueva vida.

2 CORINTIOS 4:16 

EvDH:”Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando.

Simón salió a buscarlo con sus compañeros,

y cuando lo encontraron, le dijeron: "Todos te andan buscando".

Él les respondió: "Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido".

Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios.”

La constante tentación es hacer de Dios una especie de propiedad privada. 

No es cosa menor que en el pasaje sea Simón quien encabece la búsqueda de Jesús, pues es a él, a Pedro, y a la Iglesia que encabeza, al que Jesús le dice, sigamos, vayamos a otra parte, no vine a quedarme aquí, ni a ser apartado postal de nadie.

“Vayamos, porque a eso he venido, a eso he salido.”

Pidamos al Espíritu Santo el Don de compartir a Jesús, de llevarlo con otros siempre. 

Que no nos sorprenda su forma de acercarse o llevarse con otros con los que por pre-concepto, o prejuicio, no se nos permite hacerlo.

Que nos llene de la generosidad del Cielo, misma que nos invita a dejar hacer a Jesús lo que hizo con nosotros y mucho más, con todos los demás. 

Que lo podamos seguir, y no caer en la tentación de decirle a dónde debe de ir.