Oración y Evangelio 20240105

No se amolden a los criterios de este mundo; al contrario, déjense transformar y renueven su interior de tal manera que sepan apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es grato, lo perfecto.

ROMANOS 12:2 

EvDH:”Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".

"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".

Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".

Jesús continuó: “¿Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees? ¡Verás cosas más grandes todavía!”

Es de esos pasajes que en el Cielo tendrán que contarnos los detalles, pues se lee rápido, pero para Natanael fue algo total, algo que cambiaría para siempre su rumbo y su historia.

Para empezar una vez más vemos a un amigo, (Felipe) traer a otro amigo (Natanael) frente a Jesús. Y una vez más leemos con alegría como Jesús sabe y conoce a cabalidad al que le presentan, al punto de sorprender al presentado.

La pregunta que nace de la conversación es, ¿qué momento estaría viviendo Natanael en su vida y su fe justo debajo de la higuera que eligió para hacer su oración esa mañana? (La oración que haya sido, y como haya sido, es superada por el hecho de que Jesús le dice que LO VIO, lo que significa que lo escuchó, lo recibió y de paso lo ama).

Hoy, pedimos al Espíritu Santo que bendiga a los “FELIPE” que nos traen y nos presentan a Jesús con emoción, con alegría, con complicidad.

Y le pedimos su Ayuda total para que en nuestro corazón quede la certeza de que nuestra oración fue vista, escuchada y recibida por el mismo Jesús; y que ahí, en ese lugar que es “nuestra higuera de oración” Dios nos vio y nos ama.