Oración y Evangelio 20241117

Tú eres mi refugio y mi escudo, en tu palabra pongo mi esperanza.
SALMOS 119:114 


EvDH:”Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.
Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta.
Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.”
En las zonas en donde las cuatro estaciones climáticas están presentes, tienen ese sabor de alegrarse cuando llega una de ellas, de saber que después seguirá la otra, y de alegrarse cuando acaba el período de alguna de ellas, en especial de la que sea más difícil de sobrellevar.
Estos simples cambios de temporada, son un claro recordatorio de nuestras vidas y sus ciclos.
Cuando hablamos del Fin de la humanidad, debemos incluir también el estar ciertos de nuestro propio y personal fin como ser humano.
El dato no menor, es que en ambos casos, SOLO EL PADRE sabe el día y la hora. (de nuestro fin y el de la creación)
Es un descanso que Jesús deje en claro el título que le da al Único que tiene la última Palabra. 
No dice que sea un Juez, un dios del Olimpo, o un dios envuelto en reglas que nos espera con un eterno castigo, pues no dimos la talla. Dice que es EL PADRE. Por lo que, si hablamos de síntomas del fin, personal o mundial, que la firma al final de todo siempre sea la del Padre.
A nivel mundial las cosas se van cumpliendo, y como sea, para muchas personas en el mundo, su apocalipsis está en pleno apogeo.(guerras, hambres, tragedias climatólogicas, etc) Nos toca ser apoyo de los que saben ser apoyo para ellos. 
Y en nuestro caso personal, el espejo no miente, solo refleja.
Jesús lo avisa, el fin está cerca, pero todo está en manos del PADRE.  
Que el final, el que sea, te encuentre viviendo y sirviendo. 
Pues al final, nuestro fin, es solo el principio, y eso es lo que seguimos anunciando.

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