Oración y Evangelio 20240910

¿Ignoran ustedes acaso que son templo de Dios y morada del espíritu divino?

1 CORINTIOS 3:16 

EvDH:”Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo.

Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate y quédate de pie delante de todos". Él se levantó y permaneció de pie.

Luego les dijo: "Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?".

Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". Él la extendió y su mano quedó curada.”

Esto no pasó en un camino entre pueblos, o en la zona del mercado, fue dentro de la sinagoga, dentro del marco eclesial de esa cultura, en fin, entre “creyentes”, y a la vista de todos.

Hoy a la distancia no se sabe qué pensar y cómo aterrizar este tema, pues lo estaban fiscalizando para ver en que momento hacía el bien, si hacía el milagro y atendía a la persona por encima del mentado sábado, que solo era excusa para esconder su odio, su envidia y su miedo. 

Siempre es bueno no quedarse solo con la portada el libro, pues más allá, siempre hay algo personal en las acciones que se esconden en las reglas, o en la seudo-autoridad.

El humor fino siempre ha sido sinónimo de inteligencia, y aquí la pregunta de Jesús no es menos que eso, pues como sea los dejaba en ridículo. Era un hecho que no le iban a contestar la pregunta, y que no podían contestar semejante pregunta. Ante su silencio Jesús sana a este hombre y su mano se recupera del todo.

Cuando la ceguera del alma está rodeada de odio y de rencor, hasta un milagro es excusa para enojarse.

La consulta de Jesús no es para pedir permiso, es para avisarles que no importa lo que piensen u opinen, Él va sanar al que lo necesite por encima de la regla, del requisito, del almidón anti-espiritual que endurece la fe.

Hoy pedimos al Espíritu Santo que nos libre de cualquier camisa de fuerza espiritual que pretenda limitarnos en el amar y en el servir a los demás. Que ningún filtro humano nos limite para poder dar y ejercer el Amor al que hemos sido llamados.