Oración y Evangelio 20240907
Quien anda con sabios acaba sabio, el que se junta con necios acaba mal.
PROVERBIOS 13:20
Jesús les respondió: "¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?".
Después les dijo: "El hijo del hombre es dueño del sábado".
Un síntoma grave a tomar en serio en nuestras comunidades, es cuando una minucia de la ley, del reglamento, pasa a ser más importante que la persona, más importante que los hijos e hijas de Dios. Y valga aclararlo, no solo la ley, sino la interpretación de la misma, lo que puede rayar en ridículo.
Por ejemplo: Se permitía que la gente recogiera espigas del campo de un vecino al pasar por allí ,(Deut. 23:26). Pero los fariseos, interpretando la Ley de manera estricta, sostenían que frotar las espigas para comer el grano ya constituía trillarlas.
Estamos claros de que si se trata de cumplir la ley, entonces nadie se libra del castigo.
Pero así como David era en su tiempo el ungido por Dios para ser Rey de Israel y se tomaba estas libertades, ahora se trata de Jesús, El UNGIDO de Dios, y Su Único Hijo, por cierto. Y Él, según sus Palabras, es el Dueño del Sábado. (de paso, de cada día de la semana y lo que eso signifique).
La idea es, más allá de romper las reglas por romperlas, seguir a Aquel en el que se cumple toda La Ley, y por lo tanto se convierte en Dueño del sábado, y está por encima de todo.
Dios es Amor, Jesús es la prueba de cuánto nos ama el Padre, y por Él podemos decir que “en el Amor se cumple perfectamente la ley.”
Pidamos al Espíritu Santo que nos unja y nos llene con Su Amor, para que desde ahí podamos vivir y cumplir lo que Dios nos pide, y tengamos la Misericordia necesaria para acompañar a aquellos que buscan, muchas veces sin saberlo, al Dueño del Sábado, o de Nuestro Domingo de hoy.
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