Oración y Evangelio 20240531
Su propósito es firme, va atesorando bienestar, pues confía en ti.
ISAÍAS 26:3
EvDH:”Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
"¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
Lucas deja en claro que no fue solo una reacción emocional la que llevó a Isabel a decir estas palabras.
Empieza diciendo que lo que ella (Isabel) dice emocionada, fue porque estaba llena del Espíritu Santo.
Sin caer en la eterna trampa de discusiones sin sentido e inacabables, nos quedamos con la simpleza y fuerza del pasaje, que no da para interpretaciones.
En cada palabra que se lee, toda la acción es guiada y producida por El Espíritu Santo.
Él hace que Isabel contemple la bendición que supera y bendice a todas las mujeres en María.
La hace confesar (a Isabel) que el fruto del vientre de su prima es El Señor, y que Ella es la Madre de mi Señor.
El final es lleno de luz y esperanza, pues era una época (como hoy en muchas partes) donde ya no se esperaba nada, donde ya nadie creía nada.
Pero nuestra Madre cree, se atreve, lo acepta. Su dicha es la nuestra, su felicidad es compartida al 100% con cada uno de nosotros.
Eso pedimos al Espíritu Santo HOY.
Que nos ayude y nos enseñe a creer lo que Dios ha dicho y anunciado en Jesús al mundo, que creamos en Dios, que le creamos a Dios. Y que eso nos permita, como Ella, poder llevar la Salvación y el Saludo del Cielo a muchos que lo necesitan recibir hoy.
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