Oración y Evangelio 20240523
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios que siempre consuela. Él es el que nos conforta en todos nuestros sufrimientos de manera que también nosotros podamos confortar a los que se hallan atribulados, gracias al consuelo que hemos recibido de Dios.
2 CORINTIOS 1:3-4
EvDH:”La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros”.
Hoy en la generalidad, hemos reducido la función de la Sal a cuestiones culinarias, o a sensaciones de sabor, dejando todo en un pequeño salero en medio de la mesa.
En los tiempos en que Jesús dice estas palabras, la Sal, entre muchas funciones, tenía también la de ser conservador de alimentos, con uso de preservarlos y que no se echaran a perder.
Hoy pedimos al Espíritu Santo que Él sea nuestra Sal dentro de nosotros y en nosotros. Que podamos perseverar cada día en la Fe y que podamos compartir el buen sabor de vivir la alegría del Evangelio. Que seamos instrumentos para llevar el Sabor de Dios a muchos y a tiempo.
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