Oración y Evangelio 20240530

Cuando venga el Espíritu de la verdad, los guiará para que puedan entender la verdad completa. No hablará por su propia cuenta, sino que dirá únicamente lo que ha oído y les anunciará las cosas que han de suceder.

JUAN 16:13 

EvDH:”Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: 

"¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!".

Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: 

"¡Hijo de David, ten piedad de mí!".

Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le dijeron: "¡Animo, levántate! El te llama".

Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él.

Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?"

Es un pasaje inagotable, con muchas enseñanzas que aplicar. 

Hoy nos quedamos con los dos grupos que aquí se nombran, o bien, las dos reacciones (capaz que eran los mismos) para con el ciego Bartimeo.

Estos dos grupos están y estarán siempre en tu comunidad o sociedad, en tu Iglesia y grupo cercano.

1. Los que te mandan callar, los que te regañan por hacer ruido e interrumpir la procesión y el intocable orden. Los que respetan tanto lo divino, lo establecido, que terminan olvidando lo humano, lo que clama al cielo piedad desesperadamente, rompiendo protocolos.

2. Los que te animan, y te dan el mensaje de que Jesús te oye siempre, que sabe de ti, que quiere recibirte y atender tu petición. Los que lo oyeron llamarte y te invitan a levantarte y a acercarte.

Si tuviera que recomendarte seguir a alguno de esos dos grupos, te digo que… no te vayas con ninguno. 

Si vas a seguir o pertenecer a alguien, es a Jesús. 

Él está por encima de los que mandan callar, o de los que te animan. 

Pidamos al Espíritu Santo nos libre de ser de los que piden callar a los que claman a gritos, ya sea usticia, pan, salud y dignidad. 

Y que nos ayude a no ser indiferentes, a saber escuchar y acercar a Jesús a tantos que, aún sin saberlo, lo buscan y claman al Cielo.

Que siempre recordemos vivamente cuándo y cómo nos sanó de nuestra ceguera en el alma, y que eso nos lleve a ser testimonio para muchos.