Oración y Evangelio 20240526
Pues regaré la garganta reseca y saciaré la garganta hambrienta.
JEREMÍAS 31:25
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado.
Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo".
En este poderoso y breve pasaje se puede leer la Misión, el Envío, la razón por la que vive nuestra Iglesia, en palabras del Papa Pablo VI: “La Iglesia vive para evangelizar”.
Pero como dos panes que envuelven un manjar en un antes y un final Jesús, ya Resucitado, y a punto de regresar con el Padre, deja en claro que:
1. RECIBIÓ Y TIENE TODO EL PODER EN EL CIELO Y EN LA TIERRA. Por más que lo haya dicho de manera que pudiéramos entender los términos, nos queda muy lejos procesar esta información. Pero más que entenderlo, nos toca aceptarlo, más allá de todo, circunstancias, sentimientos, situaciones, luces o sombras, pidamos el Espíritu Santo que nuestra vida cristiana esté a la altura de esta afirmación. Pues es Él quien tiene la última Palabra en todo.
2. Además de su Poder, deja en claro su cercanía, su estar siempre (no casi siempre) con nosotros.
Pedimos al Espíritu Santo que eso nos envuelva y nos proteja en nuestro diario vivir, servir y amarlo. La certeza de su total Poder y su total amor acompañándonos.
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