Oración y Evangelio 20240520

Y Dios ha demostrado que nos ama enviando a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por medio de él.

1 JUAN 4:9 

EvDH:”Y les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará".

Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.

Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?".

Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.

Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiera ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos".

Hay cosas que se leen rápido, se toma la enseñanza y listo. 

Pero hoy nos detenemos para contemplar todo el momento, todo el cuadro. Mientras Jesús les hablaba de su Pasión, Muerte y Resurrección (tema de por sí que no iban a entender hasta mucho después), los discípulos, demostrando cuanto se parecen a nosotros, incluso con los mismos síntomas de los que somos Iglesia hoy, estaban discutiendo quien tenía más “likes”(me gusta), cual era la parroquia más grande, cual es el movimiento con más gente y dinero, o con más influencia en La Iglesia, etcétera,. En fin, “quemando pólvora en infiernillos”

Sabemos que el mal existe, y lo que asombra es como sabe aprovecharse de nuestra humanidad y debilidad, haciendo que perdamos el verdadero norte, que dejemos de ver el bosque por idolatrar un árbol. 

Pidamos al Espíritu Santo nos libre de la tentación de la envidia y la competición, que nos centre y nos ubique siempre en servir, pues delante del Trono no nos van a preguntar cuantos seguidores teníamos, sino que será nuestro haber seguido a Jesús lo que nos hará ser reflejos de la luz de Su Amor. 

No importa ser el último de todos si tenemos nuestra entrada y lugar en Su Reino al final. El Cielo no califica posiciones, solo reconoce filiaciones.