Oración y Evangelio 20240504
Si digo: “Que me cubra la tiniebla, que la luz se haga noche en torno a mí”, tampoco para ti es oscura la tiniebla; la noche es luminosa como el día, pues como la luz, así es para ti la oscuridad.
SALMOS 139:11-12
EvDH:”Jesús dijo a sus discípulos:
«Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí.
Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.”
Una vez más nos topamos con las radicalidad de Jesús en sus definiciones, pues no dice disgusto, o antipatía, dice claramente odio. Queda de fondo el término de pertenencia, pues parte de la razón de ese odio es que seamos suyos, es que le pertenezcamos.
Se comprueba una y otra vez en la historia de la humanidad, que los hombres cargan muchos odios de por sí, sea por el hecho del color de la piel, de la nacionalidad, o la religión.
No son pocas las veces que el odio esconde un miedo infundado, o se viste de una ignorancia que pasa a ser mortal en sus acciones.
Lo que queda a la vista es que nuestra reacción debe ser de conocimiento, de tener esta claridad del odio de la oscuridad para con todo lo que sea Luz. Que a ese odio se le responde con la certeza de saber lo que hacemos, porque lo hacemos, y para Quien lo hacemos y que eso tiene un precio. Pidamos al Espíritu Santo que nos libre de cualquier presentación de odio, y que sea el Amor el que controle nuestras acciones y pensamientos..
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