Oración y Evangelio 20230226

EvDH:”Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio.

Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre.

Y el tentador, acercándose, le dijo…”

Según el pasaje el tentador se acerca con Jesús cuando Éste comienza a sentir hambre. 

Es un hecho que nos toca estar claros de nuestra debilidad y carencias, estar al día de nuestra fragilidad, pues es por ahí donde menos podemos defendernos, o le es más fácil al mal seducirnos.

Quede en claro que ser tentado no es pecado, y a tal punto que Jesús, en la Oración que nos enseñó, nos enseña a pedir “no nos dejes caer en la tentación”. 

De cada una de las tentaciones que pasó en ese momento (que no sería la última vez que lo tentaría el mal) debemos aprender:

De la primera, no buscar aquellos que solo sea para nuestro beneficio. Centrarnos solo en nosotros olvidando todo y a todos los demás.

De la segunda, no caer en la trampa del “éxito total”, en algo tan efímero como la fama o prestigio vacuo. En donde se nos esconde el alto precio a pagar por algo así, y en donde creemos que no vamos a sufrir nunca.

De la tercera, no terminar ser siendo prisioneros del poder que creemos tener, y del que no nos sabemos esclavos, siendo la prueba de ello que hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para no perderlo, aunque nunca lo tuvimos, ni fue nuestro.

Padre Nuestro… “no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal”.