Oración y Evangelio 20240407

Y todo esto háganlo orando y suplicando sin cesar bajo la guía del Espíritu; renuncien incluso al sueño, si es preciso, y oren con insistencia por todos los creyentes.
EFESIOS 6:1

EvDH:”Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. 
¡Felices los que creen sin haber visto!".
Hace ya dos mil años que nos mandaron felicitar, pues pasamos a ser justo la descripción del grupo que Jesús dice, somos los que creemos sin haber visto.
Más que criticar a Tomás, toca aprender de él, además, hasta hoy, en La Celebración, sus palabras son dichas al momento de la Transustanciación por todos los que estamos presentes.
Tomás ayudó a que los demás discípulos se vieran reflejados en él, pues hacía nada, todos mantenían esa misma opinión y posición, y estaban contagiados del mismo virus de la incredulidad.
Sin más trámites, pidamos confiadamente al Espíritu Santo que hoy nos ayude a decir en algún momento del Día estas palabras, y que todo nuestro ser se una y se levante en el hacerlo y al hacerlo: ¡SEÑOR MÍO, Y DIOS MÍO!

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