Oración y Evangelio 20240404
Estén, pues, listos para el combate: ceñida con la verdad la cintura, protegido el pecho con la coraza de la rectitud y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz.
EFESIOS 6:14-15
Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó:
"¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas?
Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo".
Hay pasajes que merecen siempre una segunda lectura.
Toca usar un poco la imaginación y verlos reunidos todavía con la resaca de todo lo vivido los días anteriores, cuando de la nada, en medio de ellos, se aparece Jesús.
Su frase es total y necesaria, “¡La Paz esté con ustedes!”
No solo por ser un saludo propio de la cultura Judía, sino porque alguno estaría al punto del infarto en ese momento al verlo aparecerse. (quitemos la imaginación de Cazadores de fantasmas, podría haber dicho Buenas Tardes, y daba igual en impresión, pero fue “solo eso”, se apareció, lo que no deja de ser algo completamente fuera de serie hasta hoy)
Para algunos de los discípulos era más acomodable pensar que se trataba de un fantasma, de un espíritu, que de Jesús Resucitado. De ahí que en el pasaje pida alimento para demostrar que es Él, en su Cuerpo Resucitado.
Hoy desde la Fe que nos alimenta el Espíritu Santo, dejemos que Su Voz llegue hasta nuestra vida en todas sus áreas, y que eso nos conforte el alma para seguir.
Que La Voz del Resucitado se afirme en nuestro corazón:
"La paz esté con ustedes".
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