Oración y Evangelio 20230921

Felices los humildes, porque Dios les dará en herencia la tierra.

MATEO 5:5 

EvDH:”Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?".

Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.

Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".

Ciertamente la línea es fina en cuanto límites se refiere, pero no en cuanto a acción cuando se trata de alcanzar a otros para el Reino de Dios. 

En otras palabras, nadie se convierte a control remoto. 

La crítica abierta de los fariseos es que Jesús se sentara a comer, y por lo tanto a convivir, a conversar, a conocer a un gremio ajeno al de los “justos”. 

Pasa a ser un cáncer espiritual en el trabajo pastoral, cuando son los “justos” los que impiden la conversión de los “pecadores”. 

En el mundo de los radicales, no hay espacio para la Misericordia.

Jesús deja a la vista en sus Palabras el ingrediente activo de su ser y hacer: La Misericordia. Auto-aplicada y recibida primero por nosotros mismos, y de ahí, de nosotros a los que Dios ponga en nuestro camino.

Hoy pedimos al Espíritu Santo que nos permita dejar al Médico del Cielo curarnos, y que nos enseñe a ejercer con alegría La Misericordia con que Jesús nos cura y cuida, con muchos más siempre.

Que seamos Esa Voz que dice ¡SÍGUEME!