Oración y Evangelio 20230919
Felices los de espíritu sencillo, porque suyo es el reino de los cielos.
MATEO 5:3
EvDH:”Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba.Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: "No llores".
Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: "Joven, yo te lo ordeno, levántate".
El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.”
La suma de reacciones y acciones de este pasaje nos descubren a Jesús cercano, atento, dispuesto.
Dice “se conmovió”, que no es cosa menor. Pero su conmoverse, lo lleva a la acción: ¡Toca el féretro!.
Si tocar a un enfermo ya era malo, tocar un féretro era la total contaminación de cuerpo y alma. Por eso se detienen los que lo llevan, Jesús acababa de lucirse con un acto impuro total, y no saben si seguir o no, o qué estaba pasando.
Jesús habla y dice una frase que quedará para todas las jóvenes generaciones y hasta el fin, “Joven, Yo te lo ordeno, levántate”.
En Suma:
Jesús VE a la madre, le DICE no llores, TOCA el féretro, HABLA con el joven muerto y lo resucita. Y finalmente se lo ENTREGÓ a su Madre.
En las circunstancias que estemos viviendo hoy, pidamos al Espíritu Santo que nos ayude para estar ciertos de que Dios no VE, que podamos escuchar su voz que nos HABLA y nos consuela. Dejarlo con nuestra oración TOCAR nuestro féretro, lo que damos por perdido, y OBEDECERLO para en medio de todo, poder levantarnos para hablar de Él y hablar con Él.
Queda clara la diferencia entre lástima y compasión, cuando está Dios en la conversación.
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