Oración y Evangelio 20230915
¡Manténganse firmes, sigan con ánimo cuantos en el Señor tienen esperanza!
SALMOS 31:25
EvDH:”Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo".
Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.”
Es sabido que a los que se les concede un poco de tiempo antes de morir, suelen ver la forma de dejar sus cosas en orden. Y aquí no es la excepción del tema, más allá, es el ejemplo de la humanidad y la responsabilidad filial de Jesús hasta el final.
Para empezar no es cualquier discípulo, es El Discípulo Amado, aquel a quién Jesús amaba, y Juan no tenía el menor empacho en saberlo, decirlo y presumirlo.
La Palabra Mujer es un título en la boca de Jesús, y con ese Título le dice a Su Madre, a María, que ahí, en Juan tiene ahora a su hijo, que en él, y en nosotros puede continuar su amor y protección materna, que tanto nos tranquiliza.
No es menor que siendo Dios Padre y Madre, sea Jesús, que es uno de nosotros, Quién deje esto en claro, como herencia y responsabilidad directa.
Hay personas que cuando les es conveniente toman al pie de la letra algún pasaje de la Biblia. Aquí no cabe aquello de…”Lo que Jesús quiso decir”…
Cierra el diciendo Aquí tienes tu MADRE, (con todo lo que implica el verbo tener), y el remate queda para que sea el Espíritu Santo quien nos ayude a hacerlo realidad…”La recibió en su casa”.
El Dueño de la Casa de Nuestro Corazón es Jesús; el ejemplo del Discípulo Amado es el de recibir a Nuestra Madre en casa.
Juan en sus escritos habla y La menciona solo en algunas ocasiones, pero lo que es un hecho comprobado es que, es el Discípulo que más habla del Amor, que es finalmente un fruto de tenerla en su casa.
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