Oración y Evangelio 20220909
Sepan, hermanos míos queridos, que es preciso ser diligentes para escuchar, parcos al hablar y remisos en airarse,
SANTIAGO 1:19
EvDH:”¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?
¿Cómo puedes decir a tu hermano: 'Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo', tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano."
En tierras aztecas existe el dicho de que “lo que te choca, te checa” (o sea, lo que tanto criticas puede ser tu propia proyección)
Comprobado es que aquello que no nos permite ver bien, por estar tan cerca de nuestro ojo y de nuestro foco de mirada, se puede sentir o percibir como una viga que no nos deja ver correctamente, limpiamente, nítidamente.
Negar eso es convertir esa lagaña en un viga.
Cuando a nuestra mirada del alma le falta Misericordia, dejamos que crezca una viga espiritual que solo nos deja ver lo que nos conviene, nos limita a ver lo ‘malo’ o erróneo de otros, dejándonos sin capacidad de autocrítica, de conciencia propia, y mucho menos de arrepentimiento frente al Dador de la Luz.
Humildemente pidamos al Espíritu Santo el Don de descubrir y quitar la viga que nos enceguece, que no nos deja ver como Él ve. Y si Él nos guía, podamos ayudar a otros a remover la paja que les dificulta ver.
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