Oración y Evangelio 20221120

Crucen sus puertas dando gracias, sus atrios con alabanzas; denle gracias y bendigan su nombre,

SALMOS 100:4

EvDH:”Pero el otro lo increpaba, diciéndole: 

"¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él?

Nosotros la sufrimos justamente, 

porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo".

Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino".

El le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso".

En este pasaje queda claro que no es el trono el que hace al Rey. 

Uno de los ladrones condenado a morir, no solo ve la inocencia total y real en Jesús a su lado en la otra Cruz. Sino que descubre, con una mirada que hasta hoy sorprende, dadas las circunstancias y el historial de este hombre, a Cristo Rey. Mucho más allá del dicho de la placa arriba de la Cruz, mucho más allá de las miradas burlonas y dichos llenos de odio. 

Este hombre ve al Rey de todos los reyes, ve a un Rey que reinará más allá de la muerte, ve a su Salvación. 

Nunca es tarde cuando se trata de arrepentirse, de reconocer, de rendirse frente a Dios, y este pasaje es la prueba. (Solo unos minutos después en La Eternidad, en algo más que un abrazo eterno, Jesús con una sonrisa en su mirada le estaría diciendo a Dimas: “te dije que nos veríamos hoy aquí en el Paraíso”)

Hoy pidamos al Espíritu Santo que deje en nuestra alma la certeza de que Jesús siempre nos tiene presentes, que siempre se acuerda de nosotros. Que nos ayude a ser agentes de Dios para establecer Su Reino desde ahora. Amén.