Oración y Evangelio 20221112

Pongan el corazón en las realidades celestiales y no en las de la tierra.

COLOSENSES 3:2 

EvDH:”Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: 'Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'".

Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto.

Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar?

Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?".

Lucas, al principio de este pasaje, hace una aclaración no menor sobre el por qué de esta parábola de Jesús y su enseñanza: “para saber que era necesario orar siempre y sin desanimarse”. 

Monseñor Romero decía: “el pesimismo no venció a nuestra fe”.

De la lectura nos quedamos con la tenacidad, insistencia y terquedad de esta mujer, de esta viuda. 

En el pasaje no se nombra cuál es el asunto, solo que se pide justicia contra el mal. 

Se alcanza a leer un cierto permiso para poder sentir que llegamos al punto de fastidiar o molestar a Dios con nuestras preces.

Jesús aclara que Él no es como el juez del pasaje, pero que sí debemos ser como esta viuda que ahí se nombra. 

Más allá de conseguir lo que queremos, lo que buscamos es la respuesta de Dios, su intervención, su Justicia. 

Pidamos al Espíritu Santo que nuestra Fe sea siempre viva y activa, para agradar a Dios y para ser parte cómplice de sus respuestas y justicia entre nosotros. Amén.