Oración y Evangelio 20221116

El que acepta mis mandamientos y los cumple, es el que me ama de verdad; y el que me ama será amado por mi Padre, y también yo lo amaré y me manifestaré a él.

JUAN 14:21 

EvDH:”Llegó el otro y le dijo: 'Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo.

Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado'.

El le respondió: 'Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré… 'Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más'.

'¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!'.

Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.”

Siempre el contexto del pasaje lo completa todo. Acá el escritor aclara que la cercanía con Jerusalén y la sensación que eso provocaba dejaba en el aire emociones casi apocalípticas.

Esta lectura sigue en la línea de las que hemos leído en estos días: la del leproso sanado que da gracias, la de ser como niños, la de la viuda insistente…

Llama la atención que el pasaje a cada servidor se le da la misma cantidad. 

Esto va más allá, no es que nos dé las mismo a todos, pero sí nos ha dado el lo necesario para con su ayuda desarrollar al 100% los dones que nos ha dado a cada uno.

El final del pasaje es crudo, pero no es maldad, es administración. 

Se le quita al que no ha querido hacer nada con lo que tiene, y se le da al que ha comprobado todo lo que puede hacer con lo que se le dio.

No se habla de perfección, de apuestas, de falta de riesgos o errores. Pero queda claro que se puso en juego y sana negociación lo recibido para hacerlo más, sabiendo de Quién era.