Oración y Evangelio 20221114
El Señor erige su trono en el cielo, su realeza lo domina todo.
SALMOS 103:19
Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó:
"¿Qué quieres que haga por ti?". "Señor, que yo vea otra vez".
Se sabe que el nombre de este ciego era Bartimeo. Las enseñanzas van una detrás de otra. En medio de su oscuridad, de su no ver, grita, clama, llama a Jesús, pues sabe que está cerca de él, que anda por su área. La invitación es esa, a que en medio de nuestro no saber, nuestro no poder ver, igualmente clamemos a Jesús, sabiendo que él nos va a escuchar.
No faltará quien nos quiera acallar, quien nos regañe o nos reprenda por el “ruido” que hace nuestra oración, nuestro buscarlo. Sean circunstancias, o personas, dentro o fuera de la Iglesia… Igual que el ciego, nos hacemos los sordos frente a ellos y gritamos más fuerte, eso es parte de la batalla de oración.
La pregunta de Jesús debemos aplicárnosla directamente, meditarla y tomar el tiempo para responderla. Era evidente que era ciego, pero Jesús no se queda con lo evidente, por eso pregunta: ¿Qué quieres… que haga por ti?
Hoy pidamos al Espíritu Santo que nos ayude en el discernir, para poder responder a la pregunta de Jesús…saber en que áreas de nuestra vida, queremos volver a ver.
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