Oración y Evangelio 20230130

No temas, que estoy contigo; no te angusties, que soy tu Dios. Te doy fuerza y voy a ayudarte, te sostiene mi diestra salvadora.

ISAÍAS 41:10 

EvDH:”En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con él.

Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de ti".

El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él, y todos quedaban admirados.”

Este hombre fue el famoso endemoniado con una legión de malos espíritus poseyéndolo.

Es muy interesante que Jesús no lo dejara venir con Él, que no le invitara a subir a su barca. Le da la orden de ir con los suyos a anunciar lo que Dios había hecho con él y como tuvo Misericordia de él. De aquel hombre endemoniado entre sepulcros Jesús lo salva, lo libera y lo llama a ser todo un misionero de Luz. 

Tendemos, por formato y educación, a programar y pensar por dónde deben de ir aquellos que han encontrado a Dios, o que Dios ha rescatado. Y es Dios mismo el que nos sorprende haciendo caminos y nuevas formas de bendecir y hacer crecer a su elegidos.

Debe de haber sido una grata sorpresa cuando los cristianos llegaron a las Ciudades de las Decápolis y encontraron a muchos que ya creían en Jesús, por el la historia y el testimonio de este hombre. Había ya mucho camino avanzado que había que aprovechar.