Oración y Evangelio 20230109

Por tanto, conviértanse y vuelvan a Dios, para que sus pecados les sean borrados.
HECHOS 3:19


EvDH:”Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.”
Hay cosas que se leen rápido, sin detenernos a pensar en más. 
Aquí lo que llama directamente la atención y de donde sale la inmediata enseñanza es el llamado de Jesús y la respuesta de sus nuevos discípulos. 
En el caso de Juan y Santiago, se agrega y se lee de paso un personaje más: Zebedeo, padre ambos hermanos. Él estaba en el momento del llamado de sus hijos y en plena labor en la barca de la que vivían como negocio familiar. 
Queda pensar y suponer que haya toda una historia entre ellos para llegar a este momento vocacional. Pues el pasaje no hace mención alguna sobre la reacción de este hombre frente al llamado de sus hijos. 
Sería, con certeza, un momento esperado por toda la familia, un momento de desprendimiento y de generosidad por parte de Zebedeo.
Hoy pidamos al Espíritu Santo el Don de acompañar a nuestros hijos y a las nuevas generaciones en su proceso de vocación, de encontrarse y servir a Dios, de caminar su propio camino y destino. 
Que nos ayude a llegar a ese momento y a acompañarlos con la certeza espiritual de que Dios no los va a dejar nunca. Que al final, la principal vocación de cada uno es ser feliz y compartirlo.

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