Oración y Evangelio 20241022

Pero yo cantaré tu poder, al alba aclamaré tu amor, porque tú eres mi refugio, mi fortaleza en la angustia.
SALMOS 59:17


EvDH:”Jesús dijo a sus discípulos: “Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada!”
Parece ser una especie de factor común que en varias religiones del mundo, los respectivos creyentes de cada una, esperan que la llegada de su deidad respectiva. Cosa que se respeta y se admira.
En nuestro caso hay dos factores a tomar en cuenta:
1. Nuestra espera debe ser activa, eficiente, y comprometida, no solo con quien se espera, sino también con los demás (lo esperen o no). Es como la mamá que espera a sus hijos que vienen de lejos a visitarla, prepara la casa, la decora y les prepara todo para recibirlos.
2. ¡Esperamos al Resucitado! Además de ser uno de nosotros, venció a la Muerte, dejó claro que volvería. Tenemos su tumba, (vacía, por cierto) y lo esperamos sabiendo que está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

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