Oración y Evangelio 20241005
Y no en vano los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado lo que en ellos hay de apetitos desordenados, junto con sus pasiones y malos deseos.
GÁLATAS 5:24
"Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre".
Él les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo…
No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan;
alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo".
Empezando de atrás para adelante, y partiendo del punto que lo sostiene todo,
nuestra alegría debe de estar ahí, en sabernos amados, llamados, elegidos,
conocidos y nombrados en el Corazón de Dios, en el Cielo.
Es un hecho que nuestro llamado y misión al ser llevada a cabo, se mete en terrenos hostiles, en donde lo que se quiere es el mal y la destrucción de las personas. Donde lo último que permite es que sepan que Dios existe, que es El Padre y que nos ama.
Jesús pide que nos concentremos en lo que vale la pena, en lo que causa la diferencia, y eso es nuestro encuentro personal con Él y por Él con La Vida Eterna.
El bien que Dios haga a través de nuestra misión se agradece, y el daño que le haga a las obras del mal, ya estaba incluido en el presupuesto celestial, y no es nuestra razón de servir.
Pedimos al Espíritu Santo que la fortaleza que da el Gozo de sabernos amados y salvados, sostenga siempre y hasta el final nuestro servicio y misión al Amor de los Amores.
Comentarios
Publicar un comentario