Oración y Evangelio 20231125
¡Que el Señor te bendiga y te proteja! ¡Que el Señor te mire con benevolencia y tenga misericordia de ti! ¡Que el Señor te mire favorablemente y te colme de paz!
NÚMEROS 6:24-26
EvDH:”Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser Hijos de la Resurrección.
Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.
Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para Él".
Aquí se nos otorga un título que no debemos dejar pasar, y por mucho, nos toca alimentar y acrecentar en todas las áreas de nuestra vida diaria.
Pues las dificultades del camino toman sentido cuando estás cierto del final, cuando sabes que todo tiene un para qué, un destino y destinatario. Las lecturas de estos días hablan de un fin del mundo, esta habla de un paso, de un principio en la Eternidad, de un SIEMPRE.
La muerte siempre será tema, pero no es lo mismo vivir esperando morir, que vivir sabiendo que somos HIJOS DE LA RESURRECCIÓN, y que la muerte no tiene la última palabra en nada más que no sea el fin de nuestro ciclo en esta breve y hermosa vida que se nos regaló vivir.
Por eso se le suele llamar ¡Pascua! cuando uno de los que amamos parte, pues ahora, por Jesús, es solo eso, “un paso” para estar frente al autor de la Vida.
La parte humana es innegable, nos toca verlos partir, saber que ya no están más aquí. Con todo lo que implica vivirlo, todo el proceso del duelo que conlleva.
Pidamos al Espíritu Santo nos dé el Don de amar, servir y estar cerca siempre del Dios de la Vida, que eso nos fortalezca, nos envuelva en la certeza de que estamos en Sus Manos, pues que para Él, ¡TODOS VIVEN!
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