Oración y Evangelio 20230707
Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. De este modo tendrán una gran recompensa y serán hijos del Dios Altísimo, que es bondadoso incluso con los desagradecidos y los malos.
LUCAS 6:35
EvDH:”Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?".
Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Le preguntan a sus discípulos, pero Jesús (que por lo visto tiene muy buen oído) les responde directo y claro. Por lo que podemos estar seguros de que siempre escucha nuestra oración.
Se trata de, primero agradecer que haya sido Él quien se nos acercó, a buscarnos, a sanarnos, a sentarse a comer con nosotros, aún sabiendo que no cumplíamos el requisito.
Pero también se trata de que ahora nosotros seamos quienes en su nombre nos acerquemos con la Buena Noticia de Su Salvación a los que Dios ponga en nuestro camino para compartirlo, para llevarlo. (críticas no faltaran, inclúyanlas en su presupuesto espiritual)
Según el pasaje la Misericordia de Dios no se limita, ni se condiciona para ser, para estar, para acercarse. Queda en cada uno la respuesta, pero dicho está… “Misericordia quiero”.
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