Oración y Evangelio 20221212
así será la palabra que sale de mi boca, no volverá a mí sin cumplir su cometido, sin antes hacer lo que me he propuesto: será eficaz en lo que la he mandado.
ISAÍAS 55:11
el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?”
Hay cosas que se leen rápido, pero hoy no…
Leemos que las palabras de Isabel, más allá de la alegría y la emoción,
son porque queda llena del Espíritu Santo.
Es Él el que propicia en ella el decir las bendiciones que salen de su boca.
Hoy compartimos con todas aquellas mujeres que llevan vida en su seno, las mismas palabras ungidas de Isabel, para cada una de ellas:
“¡Bendito el fruto de tu vientre!".
Gracias al Cielo por todos aquellas maravillosas personas que las acompañan en el proceso de gestación y de nacimiento, y también en también en el después de nacida la nueva vida llena de luz.
Hoy agradecemos al Espíritu Santo que nos muestre a María como lo que es por designio divino: La Madre de nuestro Señor.
A Ella, por ser también nuestra Madre pedimos nos lleve a Jesús siempre, nos ayude a servirlo y reconocerlo como Nuestro Señor en nuestra vida y hacer lo que Él nos diga.
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