Oración y Evangelio 20220827

Que tu amor, Señor, no cesa, ni tu compasión se agota; ¡se renuevan cada día por tu gran fidelidad!

LAMENTACIONES 3:22-23 

EvDH:”Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido,

tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.

Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez,

porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.”

No son pocos los que al leer este pasaje se quedan con sabor a injusticia por parte del dueño de los bienes de la historia, en especial con la ultima frase que se lee. 

De los tres servidores el tercero, que encima, hablando de cantidades, recibió menos para administrar, se delata a sí mismo en su excusa para no arriesgar o invertir: dice tener miedo, y eso, como pasa con el miedo, lo paraliza. 

Pero el Dueño lo que ve es muy diferente, habla de maldad (pues como sea está mintiendo) y de pereza, que es la madre de las excusas para no hacer nada de lo que sea. 

No se trata de poco o mucho, se trata de resultados, de confianza, de sanos riesgos, e incluso de generosidad. 

No se le da el talento al que tiene más por tener más, sino porque con lo que tiene sabe hacer más. A éste último se le quita porque no quiso hacer nada con lo que se confió.

Hoy pidamos al Espíritu Santo primero, saber agradecer los dones y talentos que se nos han dado, y segundo, que nos ayude a que den el fruto que Dios pensó para nosotros, y a través de nosotros para Su Reino. Amén