Oración y Evangelio 20231024
Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas judías. Anunciaba la buena noticia del Reino y curaba toda clase de enfermedades y dolencias de la gente.
MATEO 4:23
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada!
Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!"
Al final de una hermosa conversación con Facundo Cabral, su despedida para conmigo fue: “Que la hermana muerte te encuentre viviendo”. Y si vivir es servir, entonces aquí aplica.
Velar y esperar, no es estar sentado sin hacer nada más, es estar haciendo lo que nos toca, para lo que fuimos llamados, pues la vocación puede madurar, pero no tiene fecha de caducidad.
Esperar a alguien implica acción que decora la espera, ya sea en adornar, en preparación de alimentos, o en ver que la estancia esté lista y pronta para recibir a quien se espera.
Los creyentes no tenemos una sala de espera, en la que nos sentamos hasta que nos den la orden de entrar o de seguir. Los creyentes tenemos un alma que espera, pero llena de esperanza, con la certeza que Aquel a quien esperamos sabe dónde estamos y lo que estamos haciendo.
Que El Espíritu Santo nos ayude a esperar con esperanza.
Comentarios
Publicar un comentario