Maria madre Mía
Mi Dios, gracias por estar dispuesto a escuchar mi clamor y atenderme cuando sientes que ya no puedo encontrar soluciones correctas a mis conflictos Ven a reinar en mi corazón, hazlo tan humilde como el de María, tu dulce y amado hija quien supo abandonarse en Ti y entregarse a tu designio de amor.
Que, a través de María, el Espíritu Santo encuentre refugio en mi corazón, purificándolo y llenándolo de tu poder para continuar sin miedo mis luchas
Yo también soy tu esclavo, tu servidor, atento a escuchar tu Palabra y ponerla en práctica. Acepto tu voluntad y todo lo que tengas preparado para mí.
Ven, amado mío a habitar en mí. Ayuda a que en mi corazón renazca el fuego de tu amor, transfórmale y hazlo vivir la experiencia inmensa de tenerte.
Te adoro en Espíritu y verdad, adoro tu hermoso misterio de encarnación. Oh mi Rey, Tanto es tu amor que te hiciste como uno de nosotros para salvarnos.
No permitas, Señor y Dueño de la historia, que el miedo se apodere de mi ser. Que el poder de la cruz y de tu divinidad sean mi fortaleza para siempre.
Ayúdame responder a tu gran misterio de amor con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien te escuchó y obedeció desde siempre.
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