Oración y Evangelio 20231219

Pueblos, batan palmas todos juntos; aclamen a Dios con gritos de júbilo

SALMOS 47:2 

EvDH:”Pero Zacarías dijo al Angel: "¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada".

El Angel le respondió: "Yo soy Gabriel , el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia.

Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo".

Podremos criticar a Zacarías por complicarle las cosas a Dios, pero es seguro que en él nos reflejamos muchos a la hora de nuestra oración. 

Para Zacarías hubiese sido más fácil que le anunciaran otro diluvio a que, a su edad, él y su esposa fueran a ser padres.

Quede claro, que no fue un mensaje a su celular, o una video llamada, la que recibió. Estaba en el lugar más sagrado para los Judíos, que ya es mucho decir en el contexto de la época (cuenta la tradición que incluso les ataban una cuerda a los que entraban, pues estaba la posibilidad de no salir con vida al estar ahí), y de remate, es con el Arcángel Gabriel con quien mantiene la conversación. 

Por lo que frente a todo esto, su frase de ¿cómo puedo estar seguro?, es una verdadera sorpresa para todos, incluyendo a Gabriel.

La oración para poder ser padres a él y a Isabel los habría acompañado hasta el punto de la resignación, al no recibir respuesta de Dios por años, y ahora, recibir semejante noticia lo lleva a pedir una seguridad que no solo exigía, también necesitaba, por lo menos expresarla.

Hoy dejemos en manos del Espíritu Santo nuestras oraciones y peticiones, decimos como María y como Jesús nos enseñó a orar un HÁGASE. Sin esconder sentimientos y cansancio por situaciones por las que llevamos mucho tiempo orando, hoy con la ayuda del Espíritu Santo volvemos a dejar todo en las Manos del Nuestro Padre Misericordioso. Al pie del Pesebre, al pie de la Cruz, y al pie del Sepulcro Vacío.