Oración y Evangelio 20230408
Por eso se alegra mi corazón, mi interior se regocija, todo mi ser descansa tranquilo, pues no me abandonarás en el reino de los muertos, no permitirás que tu fiel vea la tumba.
SALMOS 16:9-10
EvDH:”Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos.
De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: "¡Alégrense!".
Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él.
Y Jesús les dijo: "No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán".
Unos momentos antes, el ángel les había dicho que fueran con los discípulos, ahora Jesús completa el título llamándonos ¡HERMANOS!
Y fue justo y solo Él Quien nos consiguió ese título, ese poder y esa autorización de que se nos llame también Hijos de Dios, Hermanos de Jesús.
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo que nos dé la certeza de ser hijos e hijas de Dios, de descubrir y vivir la Paternidad de Dios. Que nos ayude también a descubrir en todos los demás hombres y mujeres de Fe, a nuestros hermanos y hermanas. Que hoy se llene de la orden de Jesús nuestro ser ¡ALÉGRENSE!
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