No hay lugar en tu vida para perder nunca la esperanza
No hay lugar en tu vida para perder nunca la esperanza, porque siempre Dios te acompaña y te bendice.
Si abres tu corazón al Señor cada día estarás disfrutando de todas esas bendiciones que Él quiere regalarte.
Deja que hoy Dios sea ese Sol que traiga la luz a tu vida, calor a tu alma, y color a todos tus días.
Te quiero invitar a decidir ser optimista, tener esperanza, amar, estar alegre y creer que podrás salir adelante.
Quizás no puedas cambiar las circunstancias, pero sí puedes cambiar tu manera de enfrentarlas, con fe y esperanza.
"Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su voluntad". (1 Juan 5,14).
Amén.
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