Señor, creo ciegamente que estás vivo y resucitado
Señor, creo ciegamente que estás vivo y resucitado, que te quedaste con nosotros en el Santísimo Sacramento y en el rostro de los necesitados.
Me uno al coro de ángeles hoy para darte glorias y alabanzas para siempre. Tú eres el camino, la verdad y la vida, el que cree en Ti tiene vida eterna.
Hoy más que nunca creo en tus promesas de amor. Mi corazón estalla de alegría al saber que has vencido la muerte con tu sacrificio de amor divino.
Una inmensa gracia se ha derramado sobre toda la humanidad. El Cielo se ha abierto para todos los pecadores que queremos ser transformados por Ti.
Oh mi Dios, mi Señor, con el poder de tu resurrección has sembrado la esperanza en mi corazón, alejando mis temores y todas mis angustias.
Siento que mi corazón también ha resucitado de todas esas vicisitudes que lo mantenían como muerto y acongojado de los sinsentidos de la vida.
A tu lado, ya solo siento que todo problema tiene su solución, todo mal tiene su fin y toda prueba pasará, pues tu amor es fuente de poder en mi vida.
Quiero vivir en una pascua perenne, lleno de gozo por tu triunfo glorioso y porque me has regalado una gran dicha al hacerme parte de tu Reino.
Amén
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